martes, 23 de junio de 2015

¿Y tú donde estabas cuando murió el seapunk? Nunca olvidemos como Twitter se estremecía, tal y como un bebé al que le acaban de arrancar su favorito juguete, y cómo irrumpió con un coro melodramático de WAH WAH RIHANNA ME ROBÓ MIS CONCHAS DE MAR WAAAH! Eso fue una mamada. Pero aunque el seapunk fue la primer subcultura impulsada por el Internet en ser lanzada torpemente al mainstream, no será la última.
El vaporwave ya se está posicionando como la secuela del seapunk, solo que más grande, escandalosa y con diez veces más explosiones – ese hashtag fue tan afortunado que podría terminar en SNL. Como el seapunk, el vaporwave es otro micro-genero engendrado por Tumblr que también está obsesionado con gráficas de Geocities y música electrónica espaciosa ... solo que esta vez con menos delfines.
¿Qué es vaporwave? Según los comentadores de varios foros de música, es “chillwave para Marxistas,” “música post-elevador,” “pop smooth jazz corporativo de Windows 95” y (mi favorito) “mejor que esas mamadas de witch house."

Pongámoslo de otra manera: imagina trozos de Muzak ochentera, infomerciales de media noche, smooth jazz, y esa musiquita que tocan los recepcionistas cuando te ponen en espera. Luego córtala, ponla en un tono muy bajo, y revuélvela hasta que tienes porquería de un saxófono siendo emitida de una válvula de plástico barato. Eso es el vaporwave.


Pero aunque samplear música “cursi” y “chafa” es el modus operandi del vaporwave, su fin no es parodiar el gusto comercial. El vaporwave no solo re-crea la música lounge corporativa – la esponja y la vuelve algo más sexy y sintético. El vaporwave hace de lo banal algo exquisito, como el tipo de beats que escucharías en la punta de un rascacielos vacio, mientras observas el panorama de Dubai.
Todo lo que tiene que ver con vaporwave está atado a la sordidez capitalista; hasta su nombre es una parodia del termino “vaporware,” aquellos productos inexistentes que anuncian y promocionan las empresas como una estrategia para mantener a su competencia a raya. La afiliación deliberada del vaporwave con el techno-capitalismo lo distingue del mundo pastel del seapunk, un lugar donde las criaturas marinas saltan jovialmente. A diferencia del seapunk, el vaporwave sí es “punk,” en el sentido que se rige por un objetivo políticamente subversivo: socavando la fuerte influencia del capitalismo global... al exponer el vacío alienador que se esconde detrás de su lustre perfecto.